El video de Kung
Fu Panda “El secreto de los 5 furiosos” es una caricatura, y quien lo inventó
conoce muy bien el mensaje de Jesús. Su
objetivo fue ayudarnos a descubrir ese mensaje, transformar con Amor todo lo
malo de nuestra vida en algo bueno para descubrir el siguiente secreto que nos
hace excelentes…Ser Amigos de Jesús y
vivir entre nosotros con la Ley del Amor. En esta Semana Santa compartimos
este corto con los chicos para lograr desde la catequesis un camino que nos
ayude a descubrir nuevos Valores y Virtudes en nuestra vida cristiana.
El jueves
Santo Jesús organizó una cena, a la cual invitó sólo aquellas personas en las
que más confiaba, a sus mejores amigos, a sus discípulos. En esa cena les
reveló el más grande de los secretos para ser excelente.
Escuchemos
cual es: “Les doy un mandamiento nuevo:
que se amen los unos a los otros. Que como yo los he amado, así también se amen
también ustedes, los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son
mis discípulos: en el amor que se tengan
los unos a los otros”. Juan 13, 34-35
Más tarde
les dijo: “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos, ustedes
son mis amigos... Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros”. Jn
15, 13-17. Jesús nos da su prueba
de Amor el Viernes Santo al dar la vida por nosotros, solo nos pide que nos
Amemos y sigamos el camino de salvación que nos llevará a la Vida Eterna.
Aquí les damos una clara descripción de los
personajes principales para poder hacer
un buen trabajo en familia.
Mantis: En su juventud, Mantis era
un impaciente orgulloso guerrero que
era propenso a saltar a conclusiones y
tomar decisiones impulsivas. Cuando este hábito no pudo ser controlado, lo
capturaron en una misión siendo el mismo prisionero de sus defectos , la larga
espera que vio obligado a soportar en su jaula le permitió encontrar la paciencia y el respeto que nos llevan al éxito.
Viborita: El Maestro Víbora era
conocido en el Valle por su increíble técnica del Colmillo Venenoso, así que
cuando su hija nació esperaba poder transmitirle el secreto de su legendaria
técnica, pero cuál fue su inmensa sorpresa y desconsuelo cuando descubrió que
su hija no tenía colmillos y, por tanto, tampoco veneno. La pequeña Víbora
creció tímida y temerosa hasta que un día, durante un festival, el Valle fue
atacado por un bandido que derrotó con su coraza a
prueba de veneno al Maestro Víbora y la pequeña Víbora fue a enfrentarse a él
con su cinta, llegando a derrotarlo con un baile engañoso y diciendo que no
necesitaba morder para pelear. Esa noche, Víbora encontró el Valor y el Coraje para superar sus miedos.
Grulla:
El joven Grulla era el conserje de la aclamada escuela de artes marciales, a la cual quería pertenecer pero no tenía la suficiente autoestima
para hacerlo, era inseguro. Un día, tras una charla con la mejor alumna
de la escuela, Meiling, Grulla se animó a presentarse, pero fue rápidamente
excluido por el maestro al verle demasiado debilucho. Fue entonces cuando Grulla
se metió en el campo lleno de trampas de la prueba de iniciación por accidente
y empezó a superarlas para poder salir, consiguiendo así la suficiente confianza
en sí mismo para ser un maestro de kung-fu.
Tigresa: Era una huérfana criada
en un orfanato y considerada un monstruo por la encargada y los demás niños,
Tigresa creció apartada y ajena al cariño de los demás. Inconsciente
de su gran fuerza desordenada a su
corta edad el maestro Shifu vino a enseñar a la disciplina de la amabilidad que necesita
desesperadamente para controlar sus movimientos, hasta que pudo realizar tareas delicadas y
ordenar con esfuerzo unas fichas de dómino
con facilidad suficiente para hacer desaparecer las preocupaciones de los niños que vivían allí. Con los meses,
Tigresa domino sus defectos, pero aún
era despreciada por los adultos, que no confiaban en ella. Al final, Shifu la
adopta.
Mono: Conocido por ser un
bromista travieso sin compasión para
atormentar con sus bromas y llegar a dañar a la gente, el joven Mono fue
odiado por los aldeanos y querían que se fuera, pero Mono dejaba sin pantalones
a todo aquel que lo desafiaba hasta que
un día apareció el Maestro Oogway para desafiarle y lo derrota con una enorme
facilidad. Viendo en Mono un gran dolor al haber sido humillado en público
cuando sólo era un niño, Oogway le propone que se quede para ayudar a los aldeanos buscando el bien común, devolviéndole así la compasión que una vez perdió.